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Fiora,
 Los días han pasado tediosos, arrastrando sus largos pies por mi suelo, marchitando las flores de tu escuálida tumba. Todo debe comenzar por algo, yo comencé por ti, por tu pequeño cuerpo casi olvidado en el patio. A veces me daban unas ganas infinitas de desenterrarte, de llevarme tu cuerpo a mi casa, muy cerquita mío, revivirte, acurrucarte, darte un poco de calor, que del mío no queda nada. Te lo llevaste casi todo, y no me apena decirlo. Espero con ansias encontrarnos, y cabe decir que no creo en el armagedón y todas esas mierdas que habla mi abuela, para mantenerse en pie, y darle un sentido a su pesada vida, hablo de un encontrarnos, más allá de lo mundano. Mi amor, ojalá estés perfecto y me esperes dondequiera que estés. Un abrazo infinito, y un beso en esa carita pequeña tuya.